Journal De Malte - Con miedo a las infecciones, víctimas de las lluvias en México claman por ayuda

Con miedo a las infecciones, víctimas de las lluvias en México claman por ayuda
Con miedo a las infecciones, víctimas de las lluvias en México claman por ayuda / Foto: Alfredo Estrella - AFP

Con miedo a las infecciones, víctimas de las lluvias en México claman por ayuda

Buitres vuelan en círculos sobre el poblado mexicano de Huehuetla. Los cuerpos de los animales arrastrados por el lodo comienzan a pudrirse tras las fuertes lluvias y generan miedo a las infecciones entre la población, que clama por ayuda.

Tamaño del texto:

Este poblado está ubicado en el central estado de Hidalgo, que junto con Puebla y Veracruz (este) acumula la mayoría de las 64 muertes que han dejado los deslaves y desbordamientos de ríos en México por las fuertes lluvias registradas la semana pasada.

Mientras espera auxilio, María Licona, un ama de casa de 55 años que abandonó su casa al huir de los ríos de lodo, teme que la "peste" que causan los animales muertos se convierta en una nueva amenaza. "Vamos a agarrar una enfermedad", dice a la AFP.

La ayuda llega a cuentagotas a esta empobrecida localidad indígena de unos 22.800 habitantes.

El martes, las grietas y los derrumbes en la carretera dificultaban el acceso a este municipio, al que apenas se acercan algunas camionetas y motos, insuficientes para transportar a las decenas de habitantes que intentan huir del desastre.

Un equipo de periodistas de la AFP constató ríos de lodo y el olor a podredumbre en algunos puntos de Huehuetla.

- Con poca ayuda -

Refrigeradores, colchones, utensilios de plástico y sillones se asoman entre el barro, que alcanzó hasta dos metros en algunas zonas de Huehuetla.

Hombres y mujeres se entregan a la titánica labor de retirar el fango de las casas, algunos con sus propias manos. "No hay ayuda que alcance", dice Bartolo Quirino, un apicultor de 42 años, quien echa en falta más apoyo gubernamental.

La AFP observó apenas diez soldados ayudando a la población a limpiar sus viviendas. Hacia la tarde, otra decena de militares marchaba rumbo a Huehuetla.

"Quisiéramos que todo esto fuera más rápido, pero están llegando equipos" de limpieza y apertura de caminos, afirmó el martes la presidenta Claudia Sheinbaum en rueda de prensa.

La mandataria añadió que más de 4.000 efectivos del Ejército y la Marina trabajan en las zonas de desastre, apoyados por decenas de máquinas para reparar caminería.

Vecinos y la prensa local informaron que en la comunidad de La Esperanza, a unos 4 km de Huehuetla, pobladores colocaron el mensaje de auxilio "SOS" con piedras para que pueda verse desde el aire.

- En alerta por otro desastre -

A la tristeza de perder sus viviendas y la desesperación por la escasez de alimentos, se suma el temor a un nuevo desastre.

Dolores Téllez, ama de casa de 55 años, dice que el domingo "la gente entró en pánico" por el rumor de un deslave.

La mujer tenía razones para preocuparse: el jueves apenas pudo escapar de una violenta corriente de fango gracias a que sus vecinos le arrojaron una cuerda.

"Vimos cómo se arrastraban las casas", relata entre lágrimas María Luisa Maximino, de 57 años, quien se resguardó trepando a la planta alta de la vivienda de su vecino. "Primero Dios, va a amanecer", cuenta que le decía a su nieto de 15 años al tratar de calmarlo.

Osos de peluche, caballitos de madera y pelotas también quedaron sepultados por la tierra.

Dolores Téllez relata que ella y sus vecinos rescatan cualquier juguete con el que los niños puedan entretenerse para que "no estén pensando" en la tragedia.

"No permitimos que se vengan a ver todo esto", dice sobre las capas de barro que no dejaron indemne un solo negocio de las principales calles del municipio.

J.Vassallo--JdM